Preliminares

El texto que sigue es un esbozo tentativo y preliminar.

No existe, por lo que se sabe, ninguna publicación dedicada a la historia de la lengua maya yucateca. También son escasas las obras sobre algún aspecto de esa historia.

Los siguientes períodos se pueden distinguir en la historia de la lengua:

iniciofechaperíodocharacterísticas
-200estela más antiguamaya clásicofase previa del maya ch'ol; parcialmente documentada en códices e inscripciones
1546sumisión de la península de Yucatán
por padre e hijo Montejo
maya colonialperíodo documentado por cantidad de textos
1810inicio de la repúblicamaya modernorelativamente pocos textos

Las fechas indicadas son arbitrarias y sirven solamente para guiar la imaginación.

Maya clásico

Por la convergencia de conocimientos alcanzados en lingüística comparada, arqueología y prehistoria, parece probable que el pueblo maya ha habitado la península de Yucatán desde hace milenios y siempre ha hablado la lengua maya. La primera fase del maya yucateco, o sea, la época de la evolución de la lengua que precede la fase representada por documentos coloniales, se puede postular y, parcialmente, reconstruir con base en el maya colonial y otras lenguas yucatecanas. La lengua representada por los códices y las inscripciones monumentales precolumbinas – en la medida en que ya se ha descifrado – parece ser una fase previa del maya ch'olti' (un miembro extinto del ramo ch'ol de la familia maya). Ahora, el maya clásico que se puede reconstruir y ese proto-ch'olti' son semejantes, pero no idénticos.

Siendo así, los textos mayas precolombinos no representan directamente el maya yucateco, sino una variedad parecida a éste. Por lo tanto se ha ya abandonado la convención anterior de transcribir los jeroglíficos de aquellos textos por la representación alfabética del maya yucateco. Sin embargo, el maya clásico (~ proto-ch'olti') es la lengua genèticamente más cercana del maya yucateco precolombino que esté documentada Y por lo tanto juega un papel importante en la descripcion diacrónica de la lengua.

Los textos precolombinos están escritos en una escritura jeroglífica que se ha descrifrado, por la mayor parte, desde mediados del siglo XX. Es una escritura logosilábica; o sea, parte de los jeroglíficos representa lexemas, otra parte representa sílabas. En la literatura de los mayas precolombinos, destacan dos géneros de obras: inscripciones incisas en estelas de piedra o pintadas sobre muros, y códices escritos en una especie de papel hecho de la corteza del árbol de higo. Mientras que las inscripciones recuerdan generalmente eventos políticos y militares, los códices se dedican más a asuntos astronómicos y religiosos.

Maya colonial

En 1562, el fray Diego de Landa mandó reunir, en el pueblo de Maní, Yucatán, todos los códices mayas y quemarlos en un auto de fé. Hoy existen solamente tres códices que se salvaron de esa hoguera. Aunque el mismo Landa dejó una descripción parcial de la escritura usada en esos textos (Landa 1959), el conocimiento de la escritura jeroglífica se perdió rapidamente, de modo que antes del desciframiento moderno, nadie podía leer los textos restantes. Por otro lado, los españoles se dieron cuenta de que, en Yucatán, la lengua maya era usada por mucho más gente que la española, y por lo tanto la redujeron al alfabeto. (Una de las variantes del alfabeto español empleado para el maya colonial está reproducido en la página de los alfabetos alternativos.)

Los españoles escribieron en maya tanto en la administración y la correspondencia ofical con las autoridades mayas como en la misión cristiana. También hay que mencionar una gran variedad de diccionarios y gramáticas de la lengua maya, los cuales, aunque redactados en español, contienen muchos ejemplos en lengua maya e información lingüística sobre la lengua.

Entre las obras de índole lingüística, cabe destacar:

Los mayas usaron la escritura alfabética, aparte de la correspondencia oficial mencionada, sobretodo para salvar al menos aquello de su patrimonio cultural que recordaban. Es decir, algunos de los portadores de cultura – sobretodo líderes espirituales – se dieron a la tarea de reconstruir de su memoria lo que había estado codificado en los códices. También compusieron textos que representaban la historia oral y ciertos rituales que pueden o no haber tenido una existencia escrita precolombina. Entre esos textos destacan los libros de Chilam Balam (p.ej., Roys 1967).

El alfabeto usado en la época colonial es insuficiente para representar la fonología de la lengua, ya que ignora el saltillo, la duración y glotalización de las vocales y el tono. Por lo tanto, se sabe muy poco sobre la forma fonológica de esa lengua. La gramática fue diferente de la gramática moderna. Sobretodo, la conjugación del verbo abarcaba más categorías codificadas por morfología sintética, las cuales en el habla moderno o bien se perdieron o bien se renovaron por morfología analítica.

A partir del siglo XVIII, grupos de mayas de la península se huyeron ante el dominio español hacia la selva de Chiapas y formaron, junto con grupos provenientes de otros pueblos mayas, parcialmente del Petén, lo que venía a ser el pueblo de los lacandones. La lengua lacandona, y en particular su dialecto sur, forma un continuo dialectal con la lengua maya yucateca. En muchos respectos, el lacandón conserva rasgos del maya colonial hoy día cambiados en el maya yucateco; pero también percurrió su propio desarollo.

Maya contemporaneo

Por supuesto, la revolución mexicana no constituye ninguna fecha inmediatamente relevante para la historia de la lengua maya. Sin embargo, la lengua maya representada en los diccionarios y textos a partir del siglo XIX difiere bastante de la variedad colonial y es esencialmente idéntica a la variedad hablada hoy. Al lado de los cambios morfológicos ya mencionados, ocurrieron muchos cambios debidos a la influencia del español, que se convirtió cada vez mas en la lengua dominante. Ese proceso sociolingüístico acarreó una diminución de las áreas funcionales en las que se usa la lengua maya. Eso dice respecto, en primer lugar, a la comunicación escrita y pública: esta se hace casi exclusivamente en español. El uso de la lengua maya se limita cada vez más a la comunicación oral y privada. Es solamente en la segunda mitad de siglo XX que se reconocen, por un lado, los derechos lingüísticos de la población indígena de América y, por otro, la situación amenazada de extinción en la que se encuentran todas las lenguas indígenas de América. Y es solamente ahorita que se instala la educación bilingüe en las escuelas primarias y que algunos portadores de la cultura maya empiezan (de nuevo) a emplear su idioma tradicional en algunas áreas de la comunicación escrita. Ahí se verifica que ciertos géneros de la comunicación oral tradicional siguen vivos, después de tantos siglos de supresión. Esto vale, de manera importante, para el género narrativo: Desde las investigaciones de campo y grabaciones ejecutadas ya en la primera parte del siglo XX, se publicaron varias antologías de cuentos mayas de altísima calidad.

En la segunda mitad del siglo XX, se fundaron Academias de la lengua maya en los tres estados de la península, las que se empeñan por reunir los esfuerzos para la estandardización y codificación de esa lengua. La ortografía, en particular, se encontraba en una situación desastrosa en la que cada autor escribía como le parecía. En 1984, representantes de algunas autoridades responsables para la lengua y cultura mayas llegaron a un acuerdo sobre un nuevo alfabeto que debía suplantar los varios alfabetos en uso. En 2014, éste fue suplementado por una colección de pautas de como representar por escrito muchas expresiones que cayen en ciertas clases gramaticales y lexicales. Aunque algunas de las decisiones tomadas por aquel grupo se pueden considerar como equivocadas (v. la página sobre ortografía), el resultado de esos esfuerzos constituye un progreso en la unificación del uso de la lengua escrita.

Por la dominancia creciente del español, se perdió gran parte del vocabulario que se encuentra en los diccionarios coloniales. Ni se puede decir tampoco que todos esos vocábulos se reemplazaron por préstamos españoles. Comparándose el vocabulario contenido en el diccionario de Motul con el vocabulario presentado en diccionarios y/o textos contemporáneos, asombra la cantidad de palabras que ya no se entienden (y por la deficiencia de la escritura colonial, no se sabe ni siquiera como fueron pronunciadas). Eso comprende muchos elementos del vocabulario básico como todos los numerales arriba de cuatro, términos de parentesco y muchos conceptos básicos como ‘más’ o ‘escalera’. Y por otro lado, ciertos campos del léxico nunca se desarollaron porque no cayen en el ámbito de la funciones comunicativas desempeñadas por la lengua maya. El más importante de esos campos lo constituye toda la terminología científica. En concomitancia con esto, quedan subdesarollados los recursos de formación de temas que sirven para la designación de conceptos abstractos. Lo mismo vale para expresiones que codifican las relaciones interproposicionales en un discurso formal. Comparándose una edición bilingüe producida por un hablante bilingüe como p.ej. Martínez Huchim 2013, está evidente la relativa pobreza de la lengua maya en comparación con la española, sin duda “adquirida” através de los siglos de dominio español y mexicano.

En el ámbito de la gramática, se observan los siguientes cambios: