En ambos estos casos, puede resultar una secuencia de dos sufijos pronominales:

El conjunto de combinaciones posibles se enumera en la tabla siguiente:

pos./suj.
abs. ╲
1. sg. 2. sg. 3. sg. 1. pl. 2. pl. 3. pl.
1. sg. a X-en u X-en k X-en a X-en-e'x u X-en-o'b
2. sg. in X-ech u X-ech k X-ech a X-ech-e'x u X-ech-o'b
3. sg. in X a X u X k X a X-e'x u X-o'b
1. pl. in X-o'n a X-o'n u X-o'n a X-o'n-e'x u X-o'n-o'b
2. pl. in X-e'x a X-e'x u X-e'x k X-e'x u X-e'x-o'b
3. pl. in X-o'b a X-o'b u X-o'b k X-o'b a X-e'x-o'b u X-o'b

En esa tabla, X representa un grupo nominal o un verbo o verboide transitivo. P.ej.:

Las células gris son lagunas del paradigma. Se trata de constelaciones en que los dos argumentos – sujeto y objeto directo, o poseído y poseedor – son correferentes. En los casos en que tal constelación tiene sentido, se usa una construcción reflexiva.

Ejemplos de la combinación de dos índices pronominales sufixales son ACC_0061b, RMC_2299.

Se ve que el orden de los sufijos no obedece a la función sintáctica de sus referentes; o sea, no hay ninguna posición sintagmática fija de sufijos de sujeto/poseedor y otra de sufijos de objeto/poseído. En vez de eso, el orden obedece la jerarquía de empatía:

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-o'n-e'x-o'b

Primero va el sufijo cuyo referente tiene la posición mas alta en la jerarquía. Así resultan secuencias de sufijos que son homónimas desde el punto de vista de funciones sintácticas referidas, como en la forma suku'ne'xo'b citada arriba. Sin embargo, se desambiguan por el índice pronominal clítico que precede la construcción, según se ve en los primeros dos ejemplos dados arriba.