Estructura: Un tema fientivo tiene la siguiente estructura:

[ [ X ] -Fient ]v.intr.

La base X puede ser un sustantivo o un adjetivo. -Fient es un morfema derivativo que produce un verbo fientivo. Hay dos alomorfos, -tal y -chah. La diferencia entre ellos es la siguiente:

El tema derivado es de un verbo intransitivo. La valencia de la base no se cambia por la derivación. La derivación se llama fientiva, y su resultado es un verbo fientivo (a veces llamado ‘incoativo’ o ‘procesivo’ o ‘versivo’). Ejemplos:

Significado: Si el significado de la base es un concepto estático (de la parte izquierda de la escala de dinamicidad), la derivación fientiva puede tener el efecto de aumentarle la dinamicidad, o sea, de convertir el predicado en un proceso. Entonces el derivado X-tal significa ‘ponerse X’. Sin embargo, eso no ocurre siempre; X-tal puede simplemente significar ‘ser/estar X’.

El cambio que se da con regularidad es el cambio estructural: ya que el resultado es un verbo, se le pueden aplicar todas las especificaciones de aspecto, tiempo y modo, las cuales no se pueden aplicar a un predicado nominal. P.ej., la base es la expresión muuk'náalech ‘eres fuerte’. Ahora queremos decir ‘quiero que seas fuerte.’. La solución es in k'áat káa muuk'náalchakech, donde el sufijo -chak es la forma de subjuntivo del sufijo fientivo -tal. La derivación es necesaria para poder poner la oración subordinada al subjuntivo, exigido por el predicado superordenado k'áat ‘querer’.

La subclase central de los verbos fientivos está constituída por los verbos posicionales, aunque esos son morfologicamente peculiares.


1 Aparentemente, -chah como sufijo derivativo es el resultado de una analogía del tipo na'kih : na'kal = utschahih : x, x = utschahal (en vez de utstal).